Escribo esto después de dos horas completas de masturbación.
La tarde corría como cualquier otra tarde. estaba sentada en el sofá. Aburrida y mordiéndome las escasas uñas que tengo veía una película de ballet ... y de pronto, bastó ver un movimiento de seducción entre los dos protagonistas, pensé que tenía que masturbarme. Subí a mi habitación, me desnudé la parte de abajo, tomé mi cepillo con mango redondo y entonces comenzó la diversión.
La ultima vez que me masturbe lo hice hasta que comencé a sangrar y hoy no fue la excepción ademas que después de casi veinte orgasmos ya no conseguía uno. En promedio llego a ellos en menos de un minuto desde que comienzo a tocarme y penetrarme. ¿Por que tan rápido? Así me gusta, paso por alto los movimientos suaves y lentos e incluso ignoro mis pechos. Todo se centra en esa parte. ¡Boom!
Son contadas las veces que he llegado al orgasmo con un hombre. Sin embargo no tengo problemas con ello. Mi ultimo novio era muy precoz, en promedio duraba como 3 o 4 minutos (yo pensaba que eso sólo sucedía en las películas). También salía con otro muchacho que duraba casi una hora. Ambos me gustaban y los llegue a querer y me desesperaban porque, ya sea que dure mucho o no, yo siempre quiero más.
Escuchando música mientras me masturbo me prometo que la siguiente canción será la ultima pero no puedo parar, aún cuando mi cuerpo se ha agotado mi mente me pide seguir. Pienso en "No. 4", "No. 6", "No. 7" y "No. 8" que son los muchachos que más me han gustado.
Finalmente ya no lo consigo. Veo gotitas de sangre en la playera que he puesto debajo de mi para cubrir la cama. Decido parar y vestirme. Abro la ventana para que salga el calor. Me lavo la cara y me acomodo el cabello. Mis padres no han de tardar en llegar a casa. Tengo que terminar la tesis. Todavía estoy inquieta, tendré que escribirlo.
El aburrimiento es la acumulación de energía no descargada.
Nota: Aunque la imaginación vuele siempre termino recordándote. Extraño esos tres minutos.
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